1. El sol de Atardecer

Atardecer: un pequeño pueblo enclavado en un túnel de Metro abandonado bajo un semáforo que todavía funciona y habitado por unos seres humanos diminutos, del tamaño de una pipa de calabaza.

La vida es plácida en Atardecer y los días se suceden tranquilos y sin cambios. Sus habitantes viven felices allí y no se preocupan por saber qué puede haber fuera de Atardecer, pues cuanto tienen les basta y no sienten necesidad de pensar en nada más.

Hasta que el semáforo comienza a fallar.

Aterrados ante la posibilidad de que su sol esté muriéndose, deciden organizar una expedición al Mundo Exterior, del que no conocen prácticamente nada, al objeto de llevarse su sol para que dé luz a Atardecer.

Un viaje a un mundo inhóspito al descubrimiento de los secretos que encierra el Interior de la Tierra a través de una maraña de galerías naturales, túneles de Metro colosales y alcantarillas ciclópeas, infestados de criaturas enormes: arañas, lombrices, hormigas... y otras especies exclusivas de ese mundo, así como una infinidad de peligros, hasta llegar al Mundo de Superficie.

Un mundo insólito, en absoluto oscuro, donde una claridad de fuente desconocida impregna el aire de muchos de sus túneles y galerías haciendo que aparezcan iluminados, ¡y en el que existen otras civilizaciones!

Una aventura en el Interior de la Tierra, donde un mundo pleno de riqueza aguarda a ser descubierto y explorado.

Shambala, Agartha... ¡El viaje comienza!