No Traspase El Cordon

Nos pueden tildar de fabuladores, llamarnos cuentistas más o menos baratos, agitadores literarios, intrigantes de párrafo suelto o, directamente, mentirosos con encanto y engatusadores letraheridos. Y, aun así, no faltarán quienes solo se refieran a nosotros como escritores. Con independencia de que a ninguno de ellos les falte razón, lo que tiene en común este heterogéneo grupo de autores es el afán por garabatear cuanta página en blanco cae en sus manos y el posterior debate sesudo. Bueno, eso y los Talleres Fuentetaja como base principal de operaciones. Fue durante uno de estos concilios semanales cuando surgió la idea de alumbrar un libro que reflejase visiones personales y bebiese del mundo del arte. Queremos asemejarnos a esos pequeños museos de lo oculto que suelen pasan inadvertidos a los ojos del transeúnte: permanecemos escondidos entre moles de cemento y señales de tráfico, casi dormidos, hasta que un buen día, por azar, alguien recala en nuestras puertas. ¿No es usted ese paseante curioso y sin rumbo? Entonces le sugerimos que no traspase el cordón.